miércoles, 16 de abril de 2014

Salidas, afrontamientos y exposiciones


Todos los días son una lucha constante.
Tan solo levantarme de la cama es un grandísimo esfuerzo... 
total ¿para qué? no tengo nada que hacer, nada que me impulse y motive a seguir...
Salir de casa ya es toda una batalla contra mí misma, 
pero no puedo permitirme recaer y quedarme, nuevamente, encerrada en casa.
Me estoy obligando a salir, aun sin tener ganas, y pasear por mi ciudad. 
Me llevo un libro y una libreta en mi mochila. 
Me dirijo al centro de la ciudad y, una vez estoy allí, me siento en uno de los bancos 
que dan a la ladera del río y me pongo a leer, aprovechando el buen tiempo 
que está haciendo estos días, mientras la gente va y viene 
de un lado a otro (niños correteando a mi alrededor, 
deportistas que hacen allí su entrenamiento diario, etc...) 
Es agradable sentir la suave brisa sobre la cara acompañada de ese característico olor a hierba mojada, 
es un aroma que me encanta y me relaja esa sensación. 
Me olvido de todo y me concentro en la historia que estoy leyendo, metiéndome dentro de ella... 
Aunque no siempre es tan fácil, hay veces que no puedo evitar pensar en que la gente me mira, 
me mira constantemente y me critica y/o juzga tan solo con sus miradas... 
es una sensación horrible que cuando me asalta... me hace sentir más que incómoda... 
pero es, precisamente esto, lo que también estoy combatiendo, intentando que no me afecte... 
porque ¿qué más da que miren? Yo también lo hago. 
Solo que me afecta más de lo que debiera...
La semana pasada me empeñé en irme acompañando a mi equipo de fútbol con el resto de la afición 
a la ciudad en la que jugaba este fin de semana pasado y, echándole valor,
me acerqué al estadio a adquirir las entradas y el billete de autobús que éste pone a los abonados...
Pasé dos ratos muy desagradables, pues había mucha cola esos dos días...
pero conseguí aguantar y finalmente me hice con ellas...
así que el domingo por la mañana (Domingo de Ramos) me dirigí al estadio para partir en bus
y cuatro mil personas más a Valencia... al principio sentí algo de aprensión y agobio bastante fuerte...
pero poco a poco se fue disipando, cada vez me encontraba mejor en medio de tanta gente,
pues tampoco es que todos fuesen desconocidos, además venían también mi hermano
y mi cuñada con algunos amigos... y conocidos que me encontré por allí... 
Solo hubo un momento en que lo pasé francamente mal...
y fue a la hora de salir del estadio de fútbol una vez finalizado el encuentro...
pues la policía nos retuvo allí dentro, entre muros de hormigón y escaleras interminables
casi una hora sin poder salir ni moverse apenas del sitio...
Reconozco que, dentro de ese agobio y lo malo, lo pasé genial,
fue un gran día y me demostré a mi misma que puedo hacerlo, puedo socializar con los demás
y estar en aglomeraciones de gente sin que por ello pase nada malo ni desastroso...
que puedo con la agorafobia sin que ésta me recluya en casa...
Volvería repetir la experiencia una y mil veces más si pudiera... ganásemos o perdiéramos...
para tener la oportunidad de estar afrontando constantemente...
De momento me quedo con los partidos de casa, donde vamos cerca de veinticinco mil personas... y que voy llevando muy bien...ya es todo un reto para mí... 
Ahora en las fiestas de Semana Santa también habré de hacer exposiciones
pues las calles están atestadas de gente deseosa de ver las cofradias
y encuentros que éstas hacen todos los días... 

Pero se puede, se puede salir de esto, al principio sé que es complicado y cuesta, pero cuando lo haces continuamente cada vez se vuelve más sencillo hasta el punto de acabar curándote... así que amigo/a, te animo a que salgas de casa, cada día un poquito más, hasta que llegue el momento en que no temas hacerlo. 
SE PUEDE. 


2 comentarios: