miércoles, 15 de octubre de 2014

Mi primera visita al Registro de la Propiedad Intelectual


Después de tanto tiempo, de darle vueltas y más vueltas, por fin lo he hecho.
He ido al Registro de la Propiedad Intelectual.
Era algo que llevaba cerca de un año posponiendo.
Y ayer estuve en Alicante registrando lo que es, oficialmente, mi primer relato.
Sí, además de dedicar parte de mi tiempo a escribir aquí en el blog,
dedico otro tanto a escribir relatos.
No es que se pueda decir que tenga amplios conocimientos al respecto,
mas bien al contrario, pero me gusta hacerlo.
Sentarme delante del pc, dejar a la imaginación fluir y elaborar historias,
darles vida y forma. Reconozco que no es sencillo (al menos para mí).
No tengo ni idea de literatura, ni de las pautas que hay que seguir a la hora de escribir,
ni de cómo desarrollar una historia...
Tan solo escribo según me va naciendo, según me viene la idea la capto y después
la desarrollo como mi imaginación cree que ha de ir, sin más.

¿Por qué lo he pospuesto tanto tiempo?
No sé, supongo que por mis dudas, temores... la falta de confianza en mí misma...
y puede que muchas otras cosas que no soy capaz de detectar...
Pero en mayor medida, por miedo.
Ya sabéis que soy agorafóbica y fóbica social e ir al registro supondría desplazarme
de ciudad, buscar la dirección en la cual se halla el registro, preguntar dónde está o estoy
(suponiendo que me pierda, que es lo más seguro),
una vez allí tener que preguntar, rellenar y hacer todo el papeleo que se necesite y,
seguramente, ir al banco a ingresar la cuota estipulada. 
¡¡Ahí es nada!!
Sé que muchos pensareis "lo normal, eso no es nada. Pura rutina" pero para personas
en mi situación es todo un caos.

Sin embargo, lo hice.
Me armé de valor, monté en mi coche con mi relato impreso y encuadernado;
yo solita me fui a la capital a hacer lo que ya tenía que estar hecho tiempo atrás. 
Más o menos tenía una idea de dónde estaba el Registro, pero Alicante es tan grande
que me desoriente (no lo conozco mucho en realidad) además cuesta mucho aparcar,
así que después de marearme por sus calles acabé en un parking público
 (intento evitarlos porque esa sensación de enclaustramiento me agobian y cada vez que entro en uno me pongo malísima, me mareo, me entran nauseas, sudores, etc...).
Tuve que tomarme unos minutos de respiro para saber más o menos donde estaba
y situarme un poco, aun así me toco acercarme a comisaría, que estaba cerca de allí,
y preguntar por la calle que buscaba.
Fue fácil. Estaba más cerca de lo que creía, no me había desviado tanto
de mi destino y el policía... bueno, era majo. 
Y así, caminado hasta mi destino tuve tiempo de respirar e intentar relajarme un poco.
 Funcionó. 

Llegué allí, pregunté y en seguida me indicaron dónde debía entrar.
Me atendieron muy bien, me lo explicaron todo perfectamente, pero yo, estaba nerviosa,
lo pude percibir y me dejaba campos de las solicitudes sin rellenar.
Hubo un momento en el que hasta nos reímos de mi torpeza ante algo nuevo,
pues abajo donde se supone que hay que poner la fecha más tu firma, en vez de poner:  
Alicante, 14 de Octubre de 2014, puse: Martes, 14 de Octubre de 2014.
Hasta la compañera de al lado le pareció original, en fin, novatadas de principiante.
 Menos mal que la persona que me atendió tuvo harta paciencia conmigo
y me lo volvía a repetir, estuvo pendiente de que todo anduviera en orden.
Hay mucho papeleo o mejor dicho, mucha copia por rellenar,
pero así una se queda tranquila sabiendo que su obra está protegida.

Una vez terminado todo, salí a la calle a respirar, mi cuerpo se relajó
y la tensión sufrida toda la mañana se esfumó. Por fin estaba hecho.
Bien es cierto que después me encontré un poquito mal, pues la ansiedad sufrida esa mañana
me pasó factura por la tarde, pero aún así, merece la pena. Me quedé en casa y descansé.
Cuando me sentí mejor, me senté aquí y me puse a escribir un poquito
 en una nueva idea para un nuevo relato.
A pesar de esto me di cuenta de que, en el fondo, no era tan difícil
como mis pensamientos boicoteadores me querían hacer creer.
Salí contenta. Satisfecha. Reforzada. A pesar de mis problemas,
soy capaz de enfrentarme a las situaciones, puedo hacerlo.
Y no pasa nada, nada malo ni desastroso.

¿Por qué escribo ésto último? os preguntaréis. Porque es bueno para mí, matizar el echo de haberlo conseguido. De demostrarme a mí misma que todo está en mi cabeza, que soy más fuerte que este trastorno que me atormenta desde hace mucho tiempo.
Una forma de ver mi progreso. De reafirmación. De mejoría.
Para compartirlo con otras personas que lo padecen y vean que SÍ SE PUEDE,
para animarles a que salgan y AFRONTEN, que no hay otra solución a este trastorno
más que nuestro esfuerzo y determinación.
Si yo lo estoy consiguiendo, vosotros también podéis hacerlo.


3 comentarios:

  1. Enhorabuena por registrar tu obra! A mi me gusta escribir pero siempre me viene la imaginación cuando no puedo escribirlo en ningún sitio..
    Un besoo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Gracias!!
      ¡¡Sí, eso mismo me sucedía a mí!! Ahora voy a todas partes con una libreta y boli en las manos, porque nunca sé dónde va a surgir esa inspiración.
      Saludos :)

      Eliminar
  2. Felicidades! Es un gran paso doblemente, por tí y por tu obra.

    Me llamo Marian y tengo un blog (50 Crisis). Es un pequeño cajón desastre donde cuento desde recetas hasta viajes, DIY, etc..

    Una de mis nuevas iniciativas va sobre la escritura. He hablado con algunos escritores para que nos den consejo sobre cómo escribir, cómo publicar y todo lo relacionado con el tema. Te dejo un ejemplo (http://50crisis.blogspot.com.es/2014/09/mama-quiero-ser-escritor-primera-parte.html)

    Si te apetece me gustaría contar contigo para hacer uno de esto artículos para contarnos cómo decidiste hacer el registro, por qué no te conformaste con la safe creative y todo lo que te apetezca contarnos sobre tu obra.

    Si te animas mi correo es 50crisis@gmail.com. Me escribes y ya hablamos tranquilamente del tema.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar