jueves, 2 de noviembre de 2017

Primeros exámenes


¡¡Vaya semanitas de nervios!! 
Llegaron los primeros exámenes y no conseguía concentrarme, 
no he podido pasarlo peor.
Ha sido una auténtica pesadilla.
Y, es que en los últimos tiempos, no sé qué es lo que me ocurre 
pero me cuesta retener información, no consigo recordar las cosas. 
Y ponerme a estudiar todos días y sentir cierto rechazo y, además,
no conseguir quedarme con el temario, es muy frustrante.
 ¡¡Qué mal se pasa y la de horas que hay que echarle!!
Si al menos recordara las técnicas de estudio que utilizaba cuando iba a FP...
ya sería otra cosa, me fueron muy bien en aquel entonces,
claro que por aquella época andaba mucho mejor de memoria
y tenía una compañera de estudios fabulosa que me ayudaba muchísimo.
Ahora me distraigo con más facilidad,
mi déficit de atención es mayor y se me hace más cuesta arriba,
aunque lo intento y le pongo empeño.
Pero los nervios y la ansiedad te juegan malas pasadas.
Los días previos los pasé muy alterada y hasta tuve pesadillas.
El día de los exámenes, tanto teórico como práctico, me temblaban hasta las piernas.
El primero porque sabía que no lo tenía controlado,
habían cosas que, aunque eran obvias, se me iban de la cabeza.
Y, el segundo, porque tendría que realizarlo ya no solo delante de la profesora
sino delante de todos los compañeros y, esta vez,
no estaban permitidos los fallos ni fijarse en otr@s compañer@s
o tener la hoja con los pasos a seguir delante.
Ni qué decir tiene que conforme me entregaron el examen
me quedé bloqueada y en blanco.
¡¡De pronto no recordaba nada!!
No sabía dónde meterme... 
Levanté la cabeza, respiré profundo y me tomé unos minutos,
necesitaba relajarme un poco e intentar recuperar la calma.
Fui saltando preguntas y respondiendo las que me parecieron más fáciles y
después volví sobre aquellas en las que me había quedado totalmente en blanco.
Pero ni modo.
Creo que las contesté mal. :(
La parte práctica fue otra cosa, 
a pesar de los nervios y de que mis manos temblaban, 
conseguí realizarlas a la perfección.
Me centré en mis manos y en la parte a tratar de la persona que me correspondía 
e hice todos los movimientos y todos los pases 
sin saltarme ninguno y en su orden exacto. 
No podía haberme salido mejor. 
¡¡Qué alivio sentí al finalizar!!
¡¡Menuda presión!!


¡¡Y esto no ha hecho más que empezar,
me queda todo el curso y unos cuantos exámenes más!!

3 comentarios:

  1. Bueno! el futuro está en juego, quizá tengas que rebuscar en el baúl y recuperar aquellas técnicas que tan buen resultado te dieron. Pero los nervios son normales cuando se nos examina. un cordial saludo!

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    1. Está claro que tengo que rescatar viejos hábitos sino... lo voy a pasar mal. Mas aun cuando los éxamenes son en conjunto, es decir, realizados con y delante de toda la clase además de observados y cualificados por el profesorado. Ups!!
      Gracias por pasarte pot el blog. ;)
      Un sbrszo

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  2. Holaa!!! es verdad a mi me pasa también muchas veces, estoy muy identificada contigo. No hay que desesperarse e ir paso a poso y poco a poco. Coger lo que nos sirve y seguir haciéndolo e intentar estar tranquila a la hora de hacer los exámenes. Un saludo desde laclaquetadelucy. Muy buen post.

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